sábado, abril 14, 2007

Placebo en concierto en España.


¡Fue un concierto maravilloso! Lo que vimos ayer en Salamanca fue un espectáculo extraordinario: Placebo en concierto. El grupo, formado por el cantante y guitarista Brian Molko, Stefan Olsdal que toca el bajo y Steve Hewitt el baterista, estuvo acompañado, como en todos sus conciertos, por otros dos músicos que tocaban el teclado y la guitarra. Estos contribuyeron a hacer el sonido completo, gracias también a la gran complicidad que se veía entre ellos. Además, las canciones de Placebo son perfectas para una exhibición en directa, gracias a los fuertes elementos rock y a los arreglos muy peculiares que transmiten una energía estupenda al público.
El concierto empezó puntual a las 21 horas y las canciones se sucedieron una después de otra sin pausas, aparte de los agradecmientos al público. Una señal del alta profesionalidad de los músicos ha sido sin duda el hecho de que cambiaban el instrumento en cada canción, para tocar cada fragmento perféctamente.
El enlace entre el grupo y sus aficionados es muy fuerte y esto se vio también ayer con los españoles. Los chicos en primera fila cantaban cada palabra, mirando al grupo con adoración.
La mayoría de las canciones de la exhibición fueron las del último álbum Meds, según muchos críticos el mejor de toda la carrera, pero no faltaron los celebres éxitos de los primeros CD de Placebo, por ejemplo The bitter end, Black eyed o la famosa Special K.
Me impresionó mucho el primer bis que hicieron: una extraordinaria y larga versión de Running up that hill, una cover de Kate Bush (presente en el CD bonus de Sleeping with ghosts); es un fragmento muy enérgico y lo hicieron aún más espectacular cuando crearon efectos especiales acercando las guitarras elécticas a las cajas acústicas. Hicieron lo mismo con el segundo bis Twenty years, para mí la canción gótica más emocionante, con un solo de guitarra de Brian Molko que terminó el concierto.
El fascinante espectáculo duró sólo una hora y cuarto aunque todos habrían querido oir algunas canciones más, sobre todo las estupendas pero olvidadas Pure morning o Nancy boy. Por otro lado, hubiera sido muy difícil satisfacer a todo el público, dado que en todos los álbumes del grupo el 80% de los fragmentos son fantásticos, y es eso lo que los hace únicos en el panorama musical de rock mundial.
De todas maneras, nadie salió decepcionado porque Placebo demostró todo su valor en el escenario. ¡No os perdáis las próximas citas con Placebo!

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